En 2017, Trent estaba trabajando en el diseño de incentivos de su propio proyecto, Ocean Protocol. Durante el proceso de formalizar los distintos enfoques que adoptó, encontró muchas similitudes con el diseño asistido por computadora en la ingeniería eléctrica, un campo en el que había estado investigando durante varios años.

Aplicar los patrones del diseño de optimizadores al diseño de tokens resultó ser un enfoque muy poderoso. Este fue el punto de partida para tres artículos sobre la práctica de la ingeniería de tokens, y la primera vez que se mencionó esta nueva disciplina.

La llamamos ingeniería de tokens —basada en la criptoeconomía, la disciplina científica— porque combina los aspectos fundamentales de cualquier disciplina de ingeniería: un cuerpo teórico, herramientas que reconcilian la teoría con la práctica, y un sentido de responsabilidad sobre lo que se está diseñando.

En los siguientes artículos explorarás los inicios de la ingeniería de tokens, y verás cómo las primeras definiciones de este campo siguen siendo vigentes.


En esta sesión se desarrolla a detalle la lectura:
¿Pueden las blockchains volverse locas?

Así mismo, se recomienta leer:
Hacia una práctica de ingeniería de tokens